Hoy en día existe un gran interés por el estudio de las materias relacionadas con el crimen organizado, la investigación forense y los perfiles criminales. En la investigación del delito intervienen distintas disciplinas que van desde la genética forense, la grafología, la dactiloscopía y por supuesto la Criminología y la Criminalística, pero ¿exactamente qué es cada una y cuál es su campo de acción?
Empecemos por la Criminología, esta rama que forma parte de las ciencias sociales, se ocupa de explicar los factores que conducen al individuo a delinquir, así como las repercusiones sociales de su conducta, generando propuestas para la prevención y el control. En pocas palabras, explica lo que hay en la mente del delincuente y qué es lo que lo orilla a cometer actos criminales.
Por ejemplo, si hipotéticamente analizáramos el caso de "Jack el destripador", la Criminología sería capaz de explicar los impulsos que lo llevaron a cometer asesinatos, es decir, si por ejemplo durante su infancia fue víctima de maltrato o abuso. También si tenía algún tipo de padecimiento psicológico o disfunción que lo convirtieron en en un asesino serial.
Y por otro lado, tenemos la Criminalística, que es la ciencia que a través de conocimientos, métodos y técnicas de investigación reconstruye, determina, señala y precisa la verdad histórica de un delito. Es decir, explica qué hizo un delicuente y cómo lo hizo.
Siguiendo con nuestro ejemplo de "Jack el destripador", a través de técnicas criminalistas seríamos capaces de saber si antes del asesinato hubo tortura o calcular el día y causa de la muerte de sus víctimas en las oscuras calles de Whitechapel, en Londres.
Ambas disciplinas, la Criminología y la Criminalística en conjunto aportan una mayor visión para entender actos criminales, es por ello que en CLEU contamos con planes de estudio integrales que fusionan estas dos ramas.
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